Abstract

Introducción: Esta demostrado en diferentes investigaciones que el Burnout Académico afecta a los universitarios, especialmente a estudiantes de carreras relacionadas con la salud. En la Escuela Latinoamericana de Medicina desde hace dos años se evidencia en los estudiantes agotamiento emocional y físico, síntomas de Burnout. 

Objetivo: Caracterizar el Burnout Académico en los estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Medicina según variables sociodemográficas.

Método: Se realizó un estudio descriptivo transversal y el muestreo fue probabilístico estratificado de 278 estudiantes de 1ro y 2do año. Se utilizó un Cuestionario para evaluar el burnout académico en universitarios (Maslach Burnout/Inventory - Student Survey), una entrevista semiestructurada y el grupo focal. 

Resultados: la prevalencia del síndrome en ambos años según la edad es del nivel leve; La mayor prevalencia del síndrome en los estudiantes fue en las féminas. Se identificaron cuatro categorías a través del discurso de los estudiantes sobre las causas del Burnout Académico: Muchas clases y evaluaciones en un mismo día; Noches completas sin dormir para luego asistir a clases; Apoyo social percibido; No podemos cumplir con las tareas porque estamos cansados. 

Conclusiones: El Burnout Académico estuvo presente en la muestra, predominando el nivel leve. Los más jóvenes dentro de cada muestra fueron los más afectados y los de mayor nivel de Burnout Académico fueron las féminas. Hay elementos relacionados con el horario, la carga docente y la percepción de poco apoyo social, que influyen directamente en el estado de salud de los estudiantes. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2022 propone como “burnout”, al agotamiento mental, emocional y físico causado por el trabajo, como si fuera una enfermedad, luego de décadas de estudio. El Síndrome de Burnout se incluye así entre los principales problemas de salud mental en el área laboral y en la antesala de muchas de las patologías psíquicas derivadas de un escaso control y de la carencia de una prevención primaria de este síndrome (1).

El término "burnout" fue acuñado por primera vez en 1974 por el psiquiatra Herbert Freudenberger, quien plantea que el trastorno es consecuencia de un estrés laboral crónico. (2) 

La expresión de burnout se empezó a utilizar a partir de 1977, tras la exposición de la psicóloga Cristina Maslach ante una convención de la Asociación Americana de Psicólogos, en la que conceptualizó el síndrome como el desgaste profesional de las personas que trabajan en diversos sectores de servicios humanos. (3) Maslach y Jackson, redefinen el Síndrome de Burnout (SB) como una manifestación comportamental del estrés laboral, y lo entienden como un síndrome tridimensional caracterizado por cansancio emocional (CE), despersonalización (DP) en el trato con clientes y usuarios, así como dificultad para el logro/realización personal (RP) (3) De acuerdo con Maslach (4), el burnout tiene implicaciones negativas sobre la salud mental, es considerado como una causa de disfunción mental, en la medida que precipita efectos negativos en el bienestar y calidad de vida del sujeto. 

A nivel internacional, se ha comprobado que el SB está presente en profesionales de la salud. Se reportan altas prevalencias del síndrome en diversos países, por ejemplo, Ecuador (5), Colombia (6,7,8,9), España (10) y México (11), en estudios con varios especialistas, entre ellos, médicos internistas, oncólogos, residentes de medicina interna y médicos familiares, anestesiólogos y personal paramédico. También se revela la existencia de este síndrome desde la formación del estudiante en las áreas de la salud, el cual comienza a desarrollarse debido a las altas exigencias a las que están sometidos estos universitarios. (11) 

El SB se encuentra presente en el ámbito académico y afecta negativamente la salud física y mental de quienes lo padecen. La ausencia del SB en un estudiante proporcionaría una sensación de energía, deseo de esforzase, de alta persistencia, de concentración, con mayor tiempo en las tareas y un mayor entusiasmo, de reto hacia el estudio, y presentando una mayor percepción de bienestar. (5,6) Por el contrario, el Burnout Académico (BA), es un síndrome emocional tridimensional compuesto por agotamiento, cinismo e ineficacia. Se define como una respuesta emocional negativa, persistente, relacionada con los estudios, formada por una sensación de encontrarse exhausto, de no poder más de sí en las tareas como estudiante (agotamiento); una actitud cínica o de distanciamiento con el significado y la utilidad de los estudios que se están realizando (cinismo); y un sentimiento de incompetencia académica como estudiante (ineficacia). (2) 

Debido a su prevalencia en el área académica, se han realizado diversos estudios en los últimos años, tanto a nivel mundial, como en la zona de la Américas. (12,13,14) El BA es una realidad que afecta a los estudiantes universitarios y en especial a los de carreras relacionadas con la salud. En este sentido, Caballero, Bresó y Esteve, señalan que algunos presentan dificultades cognitivas como problemas de atención, concentración y comprensión; también aparecen problemas emocionales y comportamentales. (15)

En la presente investigación se utiliza la estandarización del MBI-GS en estudiantes universitarios, publicada en el 2002 como producto de una adaptación del cuestionario Maslach Burnout/Inventory - Student Survey (MBI-SS) por Schaufeli, Salanova, González Romá y Bakker (2). Para la evaluación del BA en estudiantes universitarios, se ha empleado un cuestionario validado en distintos lugares como México (16), Colombia (17) y Cuba (18) para estandarizar su uso, esta es la variante más abarcadora sobre la temática, hace énfasis en la dimensión del agotamiento emocional, así como en el cinismo e ineficacia académica, para poder indagar sobre el BA en los universitarios.

En Cuba, son escasas las evidencias de investigaciones sobre este síndrome, se reafirma su presencia a través de los estudios de: Rosales (19, 20) en estudiantes de medicina de Holguín, donde se halló un predominio del Burnout leve en ambos sexos. Gil Alvarez (21) en estudiantes de estomatología en Cienfuegos, donde se observaron altos niveles de agotamiento emocional y bajos niveles de despersonalización en las dimensiones de burnout. Acosta Torres (22) en estudiantes internos de medicina durante su estancia por Pediatría en La Habana, donde se observó una incidencia del síndrome de Burnout con un nivel leve (83,91%) y moderado (13,42%) en la población estudiada. Su predominio se identificó en el sexo femenino, con significación estadística e independiente de la edad. 

La Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam) es una universidad cubana que tiene como objeto social la formación integral de médicos generales básicos orientados hacia el primer nivel primario de atención como escenario fundamental de su actuación profesional. El Departamento de Ingreso, Formación Vocacional y Orientación Profesional (DIFVOP) se encarga de la orientación al estudiante sobre las estrategias para su aprendizaje y desarrollo personal, a partir de la caracterización psicológica; lo cual tributa al banco de problemas de la universidad. Durante dos años las caracterizaciones han reflejado agotamiento emocional y físico, síntomas de BA en los estudiantes, además de las vivencias de los investigadores pertenecientes al departamento de Psicología de dicha institución.

Este problema de salud no había sido investigado en la institución y por las implicaciones en la calidad de vida y el bienestar de los estudiantes, se consideró pertinente la indagación sobre el Burnout Académico en este contexto. 

Objetivo: Caracterizar el Burnout Académico en los estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Medicina según variables sociodemográficas. 

Tipo de estudio: Se realizó un estudio cuantitativo descriptivo de corte transversal en el período de enero a marzo del 2024, en estudiantes de medicina de la Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam), La Habana, Cuba.

Universo y muestra: De los 795 estudiantes que formaban parte de la matrícula de primero y segundo año de la Elam, se realizó un muestreo probabilístico con un 95?confiabilidad y una probabilidad de 0,5 que arrojó una muestra de 278 estudiantes. Se realizó un muestreo estratificado por años debido a que, aunque todos los estudiantes conviven en la misma institución, y tienen los mismos derechos y deberes; el tiempo transcurrido desde que comenzaron las actividades curriculares es diferente y se plantea por Maslach (4) que los estudiantes con mayor tiempo de exposición a los eventos estresores son más proclives a padecer de BA. La muestra para cada año, quedó conformada de la siguiente forma: 1er año posee una población de 283 estudiantes, el estrato para esta muestra fue de 99 estudiantes. Para 2do año con una población de 512 la muestra para este estrato fue de 179 estudiantes.

Variables y recolección de datos: se realizó una entrevista semiestructurada con el objetivo de caracterizar la población según edad, sexo y año de estudio. Para caracterizar el BA se utilizó el Maslach Burnout/Inventory - Student Survey (MBI-SS) con el cual se pudo conocer los niveles del síndrome en la muestra según las 3 dimensiones que lo configuran: Agotamiento emocional (AE), Cinismo (C) e Ineficacia académica (IA). (2) Para identificar las posibles causas de BA desde la opinión de los estudiantes se realizó el grupo focal, donde las opiniones de los estudiantes fueron grabadas, transcritas en un cuerpo textual y procesadas mediante análisis de contenido temático según lo propuesto por Bardin (46) con el empleo de sus tres fases correspondientes: preanálisis, exploración del material y tratamiento de los resultados, inferencia e interpretación. La opinión de cada estudiante se clasificó de forma consecutiva (E1, E2); para ello se transcribieron las grabaciones y se hizo una primera lectura de todo el cuerpo textual, se fueron viendo los términos que aludieron los sujetos para ir agrupándolos por lo que tenían en común y se fueron creando categorías inductivas relacionadas con las causas de aparición del BA.

Procesamiento estadístico: 

Los datos que se obtuvieron, se almacenaron en una base de datos de Excel según las variables estudiadas, las cuales fueron codificadas para su posterior procesamiento en el software estadístico SPSS IBM 19. El procesamiento de los datos se apoyó en la estadística descriptiva, la información obtenida fue mostrada en frecuencias absolutas y porcentajes como medidas de resumen. Se utilizó la prueba no paramétrica de homogeneidad entre grupos U Mann-Whitney para determinar las diferencias entre los estudiantes de 1ro y 2do año de estudio, con respecto a la variable BA. Los resultados se presentaron en tablas estadísticas; además, se utilizaron las técnicas de discusión para mostrar los aciertos del estudio y de síntesis para llegar a las conclusiones.

Normas éticas: Se pidieron los permisos pertinentes a la dirección de la institución para estudiar el tema, utilizar bases de datos referidas a las características psicopedagógicas de los estudiantes y utilizar tiempo de los turnos de Educación Integral para realizar todas las indagaciones en la muestra seleccionada, el acceso a estos estudiantes fue a través de sus profesores guías que facilitaron el intercambio. Una vez contactados se les explicó el objetivo de la investigación, se dialogó y firmó el consentimiento de formar parte de la investigación y se les entregan los cuestionarios.

La investigación cumplió con la Declaración de Helsinki aprobada en la 18a Asamblea Médica Mundial en el año 1964 y ratificada en la 64a Asamblea General en octubre de 2013. En todo momento se mantuvo la confidencialidad respecto a la identidad de los estudiantes becarios y los resultados obtenidos no se utilizaron con otros fines fuera del marco de la investigación

Los estudiantes de esta investigación se encontraron entre las edades de 17 a 28 años de edad, entre ellos prevaleció el rango de edad de 20 a 22 años. Fueron seleccionaos en dos muestras según el año de estudio. 

La Prueba de U de Mann-Whitney permitió un análisis de los estudiantes por años de estudio, se rechaza la hipótesis nula que indica que son similares estos con respecto al BA y como tienen características diferentes es necesario medir las variables de forma independiente

La prevalencia del BA en ambos años según la edad es del nivel leve; solo el 24,2? los de 1er año, no presento BA, lo que demuestra que la prevalencia de BA es mayor en la medida que transcurren más años de estudio. En 2do año hay presencia de niveles moderado y alto, lo que se puede explicar debido a que estos son los sujetos que más exposición han tenido a las actividades curriculares por el tiempo de estudio que llevan, según Maslach (4) el SB es un proceso acumulativo, una vez que se padece la situación va empeorando si se sigue expuesto a los mismos eventos estresores; además son los más jóvenes dentro de este año de estudio, por lo que aún son insuficientes las herramientas para afrontar determinadas circunstancias de la vida universitaria.

Según Amor et al (23), un importante hallazgo de su investigación en estudiantes de medicina, es que la prevalencia del síndrome es más elevada en alumnos de cursos avanzados. Este incremento parece deberse a una mayor proporción de estudiantes con desgaste emocional. Estos estudios sugieren que la mayor prevalencia de Burnout en los estudiantes de último curso podría explicarse por la pérdida del ideal de médico como resultado del desgaste emocional acumulado durante los años de estudio. En ese estudio se hallaron altos niveles del mismo entre los estudiantes de sexto curso en ambas cohortes (45,6% en 2018 y 60,5% en 2019). 

En un estudio realizado por Uribe et al (24) en estudiantes universitarios de Chile, se obtuvo mayor prevalencia del BA entre 19-23 años. Lo antes expuesto muestra que existe variabilidad en los resultados de las investigaciones sobre el síndrome y referido a la edad, donde en dependencia de la muestra, de las características de los estudiantes y de las situaciones a las que estén expuestas será la prevalencia del BA.

En ambos años la mayor prevalencia de BA moderado y alto es en las féminas. Elementos que coinciden con los resultados de Estrada-Araoz et al (25), sobre los estudiantes universitarios peruanos, donde los sujetos del sexo femenino tienen una mayor prevalencia de 29,8% alto y 47,1% moderado. 

También existe semejanza con la investigación de Balado Sansón et al (26), en estudiantes de medicina en La Habana, al analizar a los estudiantes encuestados, según la distribución del nivel de Burnout de acuerdo con el sexo, se observó su predominio en las mujeres (54,79%). Al comparar el grado de Burnout según el género, 18,25? los clasificados como moderados pertenecieron al sexo femenino y 7,69% al masculino. 

En el estudio de Seperak-Viera et al (27), en estudiantes universitarios, los resultados difieren de la presente investigación, ya que muestra que prevalece es el género masculino con un 66,7?BA moderado.

Referido a los estudiantes de la Elam, se puede justificar los mismos ya que las conductas machistas prevalecen en ellos, por lo que no está permitido a los varones quejarse de cansancio y las chicas si pueden estarlo, además de que las féminas asumen tareas que no realizan los varones como limpiar el dormitorio, lavar y planchar, además de estar impecables para la sociedad. 

Con respecto a los hallazgos obtenidos del grupo focal no tenemos medida de comparación con otras investigaciones ya que son elementos propios de estos sujetos en este período de tiempo y en el lugar preciso donde se desarrolla la investigación. Puede apreciarse que muchos de los resultados de prevalencia del BA esta muy relacionado con sus vivencias, con el período de su ciclo vital, ya que hay diferencias entre los mas jóvenes y los de mayor edad, debido en gran medida a la formación de la personalidad; hay diferencias entre los varones y las hembras por las culturas, por las tareas que desempeñan, por el rol que tiene cada uno de ellos. 

El Burnout Académico en la muestra se caracteriza por el predominio de niveles leve. Las estudiantes son las más afectadas, así como los jóvenes que están expuestos a más años de estudio. Se identificó pocos estudiantes con niveles altos del síndrome. Hay elementos relacionados con el horario, la carga docente y la percepción de poco apoyo social, que influyen directamente en el estado de salud de los estudiantes.

Statistics de contrasted(a)  

a Variable de agrupación: Año de Estudio

Ho: Son similares los años de estudio respecto al Burnout Académico

La prevalencia del BA en ambos años según la edad es leve; el 24,2? los de 1er año, no presentó BA y no hay niveles altos del síndrome. En 2do año en el rango de 17- 19, solo un 5% presentó el nivel leve, prevaleció el nivel moderado del síndrome y para los de 20-22 es mayor en el rango alta con respecto a los demás. Lo que demuestra que la prevalencia de BA es mayor en la medida que transcurren más años de estudio. Además, fueron los estudiantes de segundo año los que se mostraron mas agotados y con una respuesta emocional negativa ante las nuevas tareas. 

La mayor prevalencia del BA en los estudiantes de 1er año según el sexo, fue en las féminas, con 34,34 leve y con 6,06 moderado. En 2do año también prevalecieron las del sexo femenino, con 16,76 moderado y 6.7 alto. En cuanto a los masculinos de 1er año, el mayor predominio está en los niveles leve o sin BA, así como los masculinos de 2do año que su predominio está en el nivel leve, lo que se relaciona con el sentimiento de incompetencia académica que se refleja en las estudiantes y de la concurrencia de tareas domésticas a la par de los estudios, lo que trae consigo un agotamiento superior al que pueden tener los varones. 

La prevalencia del BA para los dos años es del nivel leve, aunque se pudo evidenciar un 9,5? la muestra presentó niveles altos del síndrome, esto no es un elemento totalmente alarmante, teniendo en cuenta que la mayor prevalencia está en el nivel leve, pero si, para emprender acciones preventivas.

El grupo focal permitió identificar cuatro categorías a través del discurso de los estudiantes sobre las causas del Burnout Académico: 

Muchas clases y evaluaciones en un mismo día: “…hay muchas clases, más la carga de tareas y evaluaciones (E5),… porque tengo que pensar en todos los trabajos a entregar en las diferentes clases el mismo día (E6), …la acumulación de trabajos para entregar ya, con la prioridad de cada asignatura, no con la nuestra (E10).

Noches completas sin dormir para luego asistir a clases: “…acostarme tarde y levantarme temprano todos los días es muy agotador para cualquier cuerpo (E3),… porque con tanta tensión, después de haber estudiado tanto, no me puedo quedar dormido (E5,8), …no tengo ganas de despertarme para que todo se repita y la noche siguiente vuelva a estar cansado y sin poder dormir por los estudios(E9, 12). 

Apoyo social percibido: “…me agota también tener que pensar en los alimentos que debo comprar para la estancia en la escuela (E10),… para mí la convivencia y la falta de alimentos agradables me deja exhausta también (E15,18), …a veces los problemas personales influyen en la concentración para estudiar y me demoro más para aprender (E9, 12), …por estar lejos de la casa y la alimentación es muy mal (E13). 

No podemos cumplir con las tareas porque estamos cansados: “…el lunes tengo que asistir a clases, participar de forma activa en los turnos de Educación Integral y reunirme con los alumnos ayudantes, no puedo con todo (E1),… cada vez que un profesor me dice, si lo único que hacen es estudiar, ellos parece que no conocen de todas nuestras labores (E11), …como son tantas las cosas que tengo que hacer, siempre priorizo las asignaturas que me interesan, por ejemplo estudiar inglés para que me hace falta (E21). 

Estos resultados son específicos de esta muestra ya que están relacionados con el entono y contexto social donde se desarrollan.